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Cine / Futuro presente

No pienses. Pensar es el enemigo de la creatividad. El estar consciente y cualquier cosa con consciencia es pésima. No pueden intentar hacer cosas. Simplemente “debes” hacerlas.

Ray Bradbury

Todos pelados, rapados y/o unificados en un mismo look como reos en penitenciaría para evitar el destaque o identificación de algún recluso, porque acá somos todos iguales. Monocromáticos y homogéneos, llevan una especie de mameluco de compañía de limpieza pública, o un extravagante servicio de catering para fiestas. Ya lo destapaba Fritz Lang en Metropolis (1927), donde todos caminábamos al unísono, paso a paso y con el mismo gesto: el de la nada.

Son sólo imágenes. ¿Son sólo imágenes? Las que recibimos durante toda la vida, que indican desde siempre cómo deben ser las cosas. Los medios determinan los caminos a seguir, “ilustrándonos” qué está bien y qué está mal, cooperando a consolidar ese imaginario colectivo que no le es ajeno a nadie. El cine, por su parte, ha contribuido con numerosos casos que intentan diagramar nuestra forma de pensar: generación de ideologías, tendencias y principios. Un machaque incesante y adoctrinador.

No Lugar

En el camino a cualquier parte, nos pertenecen los recorridos, sinuosos, de la línea continua o interrumpida de la calle. Tras las ventanas, visillos y postigos se esconde otro mundo, quizás cruel o hermoso, a veces llamado íntimo, el lugar desconocido. Nunca lo veremos, ni descifraremos sus secretos. El no lugar que nos separa es lienzo de quien mira, e imagina una vida al otro lado.

© Ana Asensio

© Ana Asensio

Cultura Colectiva / Artículo «Ana Asensio: la poesía de la imagen»

La gran web latinoamericana Cultura Colectiva ha didicado un artículo al trabajo fotográfico realizado en los últimos años por Ana Asensio, fundadora de AAAA mafazine. Sin más, compartimos dicho artículo, cuyo original podéis visitar aquí. A continuación, el texto completo por Luz Espinosa de Cultura Colectiva:

El diseño arquitectónico es, como en la poesía, un juego de palabras que debe rimar, asombrar y “humanizar la naturaleza mecánica de los materiales”. Por eso, Frank Lloyd Wright afirmaba que un arquitecto “debe ser un gran poeta”, pero cuando a esta técnica se le suma la fotografía, esa capacidad de contar historias a través de imágenes, las narraciones visuales tienen el poder de crear la realidad de un mundo privado.