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Cine / Futuro presente

No pienses. Pensar es el enemigo de la creatividad. El estar consciente y cualquier cosa con consciencia es pésima. No pueden intentar hacer cosas. Simplemente “debes” hacerlas.

Ray Bradbury

Todos pelados, rapados y/o unificados en un mismo look como reos en penitenciaría para evitar el destaque o identificación de algún recluso, porque acá somos todos iguales. Monocromáticos y homogéneos, llevan una especie de mameluco de compañía de limpieza pública, o un extravagante servicio de catering para fiestas. Ya lo destapaba Fritz Lang en Metropolis (1927), donde todos caminábamos al unísono, paso a paso y con el mismo gesto: el de la nada.

Son sólo imágenes. ¿Son sólo imágenes? Las que recibimos durante toda la vida, que indican desde siempre cómo deben ser las cosas. Los medios determinan los caminos a seguir, “ilustrándonos” qué está bien y qué está mal, cooperando a consolidar ese imaginario colectivo que no le es ajeno a nadie. El cine, por su parte, ha contribuido con numerosos casos que intentan diagramar nuestra forma de pensar: generación de ideologías, tendencias y principios. Un machaque incesante y adoctrinador.

Abrir la casa del recuerdo

A veces, una imagen nos golpea inesperadamente. Nos ha pillado desprevenidos, entretenidos en otras cosas, en la vida misma, el presente y el futuro. La cabeza ocupadísima, equipada con unos ojos que miran hacia delante y que difícilmente pueden mirar hacia atrás. Por eso, no nos lo vemos venir: el azote de un recuerdo. A veces, es un olor en el aire; otras es una imagen que transporta, algunas, un objeto. A veces, es la simple mirada perdida, que nos hace abrir las puertas del lugar de la memoria. Sin que nos lo esperemos, sin que hubiésemos reparado en esa caja cerrada. Todos los recuerdos que atesoramos se alimentan de lugares y personas. Personas y lugares, sin duda. Si bien, como todo en la vida, los hay fugaces, efímeros, de paso, nos arraigarán dentro aquellos que han construido con nosotros el espacio de la intimidad. El hogar, el lugar donde nuestro pensamiento habita, será una gran caja,...

A veces, una imagen nos go...

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Cine / Michael Mann y la arquitectura como herramienta narrativa

Por Pepe Soriano:

Los años ochenta fueron una década de excesos en el cine durante los cuales el apartado visual fue la niña de los ojos de la industria, eclipsando al resto del producto final, en lugar de potenciarlo. Sin embargo, un director supo manejar de forma sobria los clichés visuales del momento, como los montajes musicales o los filtros saturados, para usarlos como lienzo sobre los que escribir una historia: Michael Mann.

[Fotograma de “Ladrón” (1981)]

Arte y arquitectura: Ilustraciones / Isabel Albertos

De las ilustraciones de Isabel Albertos bien podría caer enamorado Wes Anderson. Y no sólo por su dulce y gustosa paleta de colores, sino por el surrealismo en las escenas que genera. Lugares donde ciertos personajes habitan arquitecturas serenas, y producen una escenografía (a lo «Spectre» de Big fish) entre lo armonioso y lo escalofriante.

«El color y detalladas texturas son mi obsesión».

Y es que la pluma de esta ilustradora y diseñadora gráfica de los 80, medio española medio norteamericana, es capaz de combinar el sosiego con la lucha, el orden con el garabato, el negro más negro con los tonos más vivos y luminosos, todo con la naturalidad de un movimiento de mano. Y es que, como ella cuenta, «dibujo desde que pude sostener un lápiz». Su formación se la debe a Madrid, donde estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense y Dirección Artística en la ECAM, completando el elenco profesional con su faceta como educadora y como directora del Brief Festival (Madrid), un proyecto abierto que celebra la creatividad de las profesiones gráficas.

Isabel Albertos puede mezclar en su trabajo técnicas tradicionales y digitales, o verse inspirada por referencias tan diametrales como el grabado japonés, el dibujo arquitectónico o las indumentarias folclóricas y tradicionales de diferentes países. Una riqueza que no pasa desapercibida. Desde su estudio en Berlín realiza proyectos para clientes de diferentes ámbitos, como el Instituto Cervantes, Parsons Paris, The Architectural Review y Forbes, colaborando también con discográficas, productoras de de cine y editoriales.

Isabel consigue crear pequeños mundos en los que curiosear; meter la cabeza bajo el agua, asomarse detrás de un árbol, o doblar una esquina para ver qué hay en ese lado. Consigue posicionarte al mismo tiempo en un rol de espectador y de personaje, habitando una de sus microescenas, entre el papel, el lápiz, y los tabiques de un estudio cinematográfico.

Cine / Arquitectura del mañana, hoy

“El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable, para los temerosos lo desconocido, para los valientes, la oportunidad”. 

Victor Hugo

Inundaciones, incendios, máquinas, robots, terremotos, volcanes, día del juicio final… ¿Qué camino habrá de tomar y hacia dónde irá a parar La Tierra que tan insulsamente habitamos desde tiempos inmemoriales? ¿Nos veremos obligados a vivir en una devastada y deshabitada Tierra o directamente tendremos que abandonarla?¿Qué hay de la posibilidad de vivir en el espacio? ¿Qué relevancia seguirán adquiriendo las máquinas en nuestras vidas?

Una vez más, al cine (como en tantas otras temáticas) esta cuestión no le es ajena. Por el contrario, adapta visiones y proyecta las suyas propias, en las que lo único que se sabe con certeza del futuro, es que es incierto.

Cine / Arquitectura claustrofóbica

“Los muros de piedra no hacen una prisión, ni los barrotes de hierro una jaula; para los espíritus inocentes y serenos eso no es sino un lugar solitario.” (Richard Lovelace)

En las películas como en la vida real, los espacios donde se realizan distintas tareas adquieren diferentes niveles de trascendencia, definen naturalmente el tipo de actividades y en algunos casos las condicionan y/o limitan. La arquitectura y el paisaje en el cine pueden simplemente contextualizar la escena u obtener un papel protagónico e influir sensiblemente en el estado físico y sobretodo mental de los protagonistas. Estas locaciones seleccionadas por los artistas provocan diferentes sensaciones como ser: agobio, angustia y locura; una suerte de arquitectura “claustrofóbica” que adquiere distintas connotaciones.

Arquitectura + cine. Un chispazo ideológico

Maqueta reducida

Maqueta reducida

La relación entre el cine y la arquitectura se presenta de manera diversa y compleja. Desde hace tiempo y a través de los años, la arquitectura ha sido producto y reflejo de la expresión de diferentes culturas e ideales de distintas sociedades.

Con la aparición del cine (de la mano de George Meliès, en 1895 aproximadamente), las dos disciplinas han sabido complementarse de manera recíproca y satisfactoria.

Otra ciudad imposible para el pequeño futuro arquitecto

Dibujos de Ana Asensio para un pequeño futuro arquitecto, de ocho añitos

Dibujo de Ana Asensio para un pequeño futuro arquitecto, de ocho añitos

Eduardo Cueto: No sé por qué me recuerda a la Brazil de Terry Gilliam.

Ana Asensio: Si, tú crees? Brazil no era neoclásica? El caso que como es súper totalitaria, la idea de la verticalidad la explotan bastante, igual es por eso.

Eduardo Cueto: Sí, la parte del mundo «real» era bastante neoclásico, y cuanto más cerca del suelo, más aún. Pero la estética general, sobre todo cuando entraba en el sueño, sí que juega mucho con lo vertical y esos espacios que (y a lo mejor me la estoy jugando mucho) quedan abajo, más oscuros, casi de distopía.

Ana Asensio: Te la estás jugando muy bien :). En general, es curioso, pero todas las ciudades de un presente paralelo en la ficción, repiten bastante esos recursos. Es curioso como se asocian conceptos simples como lo vertical & horizontal, arriba & abajo, luz & oscuridad, con diferentes facetas de la sociedad.

Eduardo Cueto: Supongo que estarás pensando en Blade Runner, que tiene un diseño de ambiente espectacular, y ya de paso te recomiendo que le eches un ojo a la arquitectura de Rapture, del juego Bioshock, que puede parecer muy art decó americano así de primeras, pero luego tiene una vuelta más.

Ana Asensio: Edu, te encantaría hablar con Manuel Saga, Pedacicos Arquitectónicos y Manu Barba; ellos sí que son unos auténticos frikis (en el mejor sentido de la palabra) y súper expertos en escenografías de pelis y videojuegos. De hecho, en la página de Pedacicos Arquitectónicos hay una sección dedicada a ello, seguro que te daría mucho juego!. [Arquitectura y Cine, Arquitectura y Videojuegos, Arquitectura y Manga]

Otro ejemplo podría ser El Quinto Elemento, o incluso Akira. En ambas el suelo es un lugar peligroso, oscuro, lleno de polvo y basura, al que no debes ir. En general es una idea que se repite bastante en la ciencia ficción. El futuro totalitario, también. Es quizás un poco la escenografía que le pondría a 1984 mientras leo.

Los vericuetos de la profesión del arquitecto: el cine

Pertenecemos a una disciplina llamada arquitectura. De aquí se deduce, que nuestra profesión será la de hacer arquitectura, que se aprende en las escuelas de arquitectura. En ellas, la columna vertebral es una materia llamada “proyectos” en España, “taller” en Chile, “composizione” en Italia, y así sucesivamente.

Esa línea ósea es fuerte, y sólo un poco flexible, únicamente te permite curvarla hacia una dirección u otra. Pero no te permite ramificar, como otras estructuras, las vegetales por ejemplo. En Proyectos-Taller-Etc no sólo existe una ideología sobre una arquitectura generalmente aceptada, sino que tiene tanta influencia sobre el resto de los estudios que muchos nuevos profesionales salen rebotando de las universidades pensando que si no construyen edificios (y más retorcido aún, sus propios diseños, como artista edificador que se es), son prácticamente unos fracasados.

Este fenómeno de auto-martirio respecto a la frustración profesional sucede a lo largo y ancho de este mundo. En el caso de los arquitectos españoles, dramáticamente agravado por la crisis.