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Arte y arquitectura: Historietas / Gonzalo Martínez

Los hilos que enganchan a la arquitectura del cómic, y al cómic de la arquitectura, son muchos. Se enredan y hacen una maraña de múltiples colores y puntos de vista. Desde ofrecer la posibilidad de edificar construcciones fantásticas, hasta revisar la memoria de ciudades, paisajes, pueblos, a través de su reconstrucción en el papel. Estos lazos son muy similares a los que conectan el cine con la arquitectura, los videojuegos con la arquitectura, y, en general, cualquier levantamiento escenográfico como arte con la disciplina que nos ocupa.

A veces estas conexiones; construcciones de futuros ficticios, presentes paralelos y pasados imaginados, o de futuros proyectados, presentes críticos y pasados revisados; se hacen mucho más patentes, aunque no menos complejas. A veces, los cómics se llevan al cine, los pintores hacen arquitectura, o los arquitectos dibujan historietas.

Gonzalo Martínez es uno de esos ejemplos, una de esas misceláneas bien enfocada: «arquitecto nacido en Santiago de Chile en 1961, con un oscuro y mediocre pasado como músico de jazz; dibujante y guionista que se incorpora con sus lápices, desde los años ’80 al mundo del cómic». A continuación, la entrevista que le hemos realizado desde AAAA, así como su biografía y trayectoria completa:

Arquitectura Popular: Las iglesias de Chiloé

1© Giuliano Pastorelli

© Giuliano Pastorelli

La Isla de Chiloé es destino para turistas que vienen de todas partes a aventurarse en un territorio de bellos paisajes, lleno de tradiciones y creencias. Pero además, esta misteriosa isla atesora una reliquia arquitectónica única en el mundo declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco el año 2,000. Estoy hablando de sus iglesias.

Déjà vu Inmobiliario / Una española en Chile

“Ésto ya lo he vivido”

Y no lo soñé, de eso estoy segura. Vi monstruos gris-cemento hacer grises las ciudades, para después hacer grises las miradas de las personas. Vi las calles cambiar, las playas desaparecer. Vi todo eso hace demasiado poco, y sucedió demasiado rápido.

Se llamó Burbuja Inmobiliaria; Ocurrió en España. Ahora vivo en otro país, en otro continente. Un maravilloso Chile bañado por el Pacífico, abrazado por los Andes, aderezado con glaciares, con lagos, con desiertos. Un Chile que crece, cada día más, centralizado en la súper metrópoli. Santiago.

Fábricas, la escena del crimen / Manuel Marchant

 

“El patrimonio es una necesidad y es un discurso, es darle un orden a la memoria, es un acto de sentido. […] La memoria es también olvido, es ambas cosas, una combinación de recuerdo y olvido.

Es por eso que hay que hacer esta distinción entre memoria e historia y, por lo tanto, con la identidad, que es el correlato, porque siempre la selección de la memoria es una interpretación, un escoger”. [José Bengoa. Identidad, Memoria y Patrimonio.]

Ciudad Abierta de Ritoque, paisaje habitado / 44 años después

© Ana Asensio

© Ana Asensio

Partida en dos por la carretera que va de Concón a Ritoque, surge de repente entre las dunas de una playa de aguas embravecidas, y una montaña de descontrolada vegetación, la Ciudad Abierta.

Como suspendida en el tiempo, ausente de todo cuanto sucede alrededor, la Ciudad Abierta se protege, paradójicamente, tras una valla metálica. Es un día feriado, las familias están en sus casas, la puerta está abierta. Pasamos.

Camina derechito, al Valle del Elqui

© Ana Asensio

© Ana Asensio

De nuevo una cabaña de madera, pero en otro lugar. Ahora no es el mar el que llena de humedad el aire. Atrás quedó Pichilemu y sus grises arenas. Es el río. Un río que casi no bebe lo suficiente para alimentar el pantano, quejumbroso tras casi diez años de sequía.

El Valle del Elqui ve como el Puclaro cada vez enseña más sus íntimos fondos de lodos y tierras de colores, dejando sin alimento a los verdes campos de damascos, paltas y duraznos. Las viñas siguen expandiéndose como una gota de rojiza acuarela en una servilleta de papel, conquistando la tierra seca, hoy húmeda tras la lluvia de hace dos noches, la primera en el valle desde hace demasiado tiempo.

Arte y Arquitectura: Minimalismo Made in Chile

© Ana Asensio

© Ana Asensio

El pasado 16 de abril se inauguró la temporada de Artes Visuales en el Centro Cultural Matucana 100, en Santiago de Chile. Dentro de las distintas actividades que engloba la programación de esta temporada, encontramos la recomendada exhibición Minimalismo made in Chile. Esta exposición hace una revisión histórica de obras minimalistas realizadas por artistas chilenos, desde los años noventa hasta la actualidad.

Los 16 artistas que con sus obras conforman la muestra son Pablo Rivera, Josefina Guilisasti, Bernardo Oyarzún, Cristián Silva-Avaria, Claudia Missana, Rodrigo Vargas, Cristian Salineros, Isidora Correa, Patricio Vogel, Livia Marín, Nury González, Carolina Illanes, Cristhian Quijada, Rodrigo Galecio, Ricardo Pizarro e Iván Navarro. El proyecto Minimalismo made in Chile comienza como una investigación promovida por Matucana 100 en torno al arte chileno producido en los últimos veinte años, a través de interrogantes derivados del conceptualismo y la condición colonial en el arte internacional. 

Con la presente muestra se grita la necesidad de una revisión experimental del arte producido en este contexto, que constantemente retoma y abandona la corriente minimalista.

Ella y yo, 10.30 h en GMT -4

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© Ana Asensio

Hoy he abierto los ojos, aún aturdida por los vinos de la noche. Llegué a casa resonando los tacones por las calles de Lastarria, huyendo de la lluvia que se venía. La primera lluvia de este otoño en mayo, que dibujaba manchas aceitosas rosadas y verdes en el asfalto. Al despertarme somnolienta, y pararme sobre mi colchón en el suelo,  una mano en la frente tanteando mi resaca, la otra rebuscando la toalla para empezar con agua caliente un nuevo día de trabajo, algo nuevo me ha hecho saltar hacia atrás sorprendida.

Allí estaba ella. La mágica, eterna y fuerte; la misteriosa, escurridiza y cambiante. La deseada. La temida. La Cordillera de los Andes.