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Stepien y Barno / Artículo “Ana Asensio, un soplo de aire fresco”

Hace  unos 10 días comencé a tejer este blog, que recoge los artículos que había ido desperdigando por diversas revistas y webs durante los últimos años, así como retazos de viajes y fotografías. Uno de los culpables de que diese ese paso fue Lorenzo Barnó, de Stepien y Barno, a quienes sigo a diario tanto como a mi café con leche matutino.

Tras regresar a España después de la andadura Latinoamericana, y salir de Plataforma Arquitectura & Archdaily, caminaba dando unos cuantos tropezones para reubicarme en el Viejo Continente. Un día tontorrón de esos me llegó un tuit de Stepien yBarno que decía «@AnaArquitectura _ por cierto, cómo es que no tienes un blog con lo bien que escribes?»

Quizás porque esa pequeña frase me dio el empujoncito que me faltaba, cuando dos días después estuvo listo el blog, les envié el link, y ellos respondieron con una propuesta: «Solemos presentar arquitectos que se salen de lo que es la construcción pura y dura en nuestro blog. ¿Te apetecería?».  ¡Gracias a los blogs, que comparten lo que tienen!

(Intro por Ana Asensio, fundadora de AAAA magazine)

Compartimos el post completo en Stepien y Barno desde la fuente original. Ver aquí.

posibles retratos (3)

«Con la entrada de hoy, os seguimos presentando jóvenes profesionales que nos han llamado la atención por uno u otro motivo. El caso de Ana Asensio es especialmente atractivo para los estudiantes de arquitectura, pues ella misma se encuentra ahora mismo con su pfc en marcha. En cualquier caso, y como siempre decimos, la nueva era digital no mira títulos y mucho menos DNI; así que, a buen seguro que os encantará el trabajo que nos presenta a continuación. Lo dicho y mil gracias para Ana, por animarse a presentarse por estos lares digitales.»

1
Caminando entre Kasbahs, en Tamnougalt, Valle del Draa, Marruecos. Septiembre 2012

Soy estudiante de arquitectura. Quizás, desde hace más tiempo del que debería, como corresponde al título universitario. Recuerdo aquellas primeras clases, en las que nos preguntaban  “¿Qué es para ti la arquitectura?”, y los alumnos respondían frases de enciclopedia como “la conjunción entre arte y técnica”, para después escuchar cómo nos hablaban de Le Corbusier.

2
Horizonte y hábitat en Shanghai, China. Abril 2011

Por algún motivo, quizás porque me crié saltando por el campo en libertad y haciendo allanamientos de morada en cortijos que se caían a pedazos, a mí todo aquello me parecía muy alejado de la vida misma.  El egocentrismo del arquitecto como “dios arquitecto” me provocaba sarpullidos. Para mí la respuesta a la pregunta siempre estuvo clara: La arquitectura  es tu reflejo, el de tus sueños, tus miedos, tus anhelos, tus prejuicios, tus ambiciones. El arquitecto de hoy en día, en esa definición, es un sociólogo, un antropólogo que tiene en sus manos las herramientas para construir. Es, ante todo, un servicio a la sociedad.

3
Barro y pigmentos, pueblo en el Valle de los Reyes, Luxor, Egipto. Marzo 2009

Me empezó a interesar enormemente la arquitectura popular, antes de que nos arrastrara la marea verde de la sostenibilidad y mis conocimientos en arquitectura no dieran ni para hacerme preguntas sobre eficiencia energética.  Me interesaba por un motivo en concreto: En esas poblaciones, con unos lazos sociales perfectamente construidos, un funcionamiento interno perfecto perpetuado generación tras generación y una indudable belleza, faltaba una cosa: El arquitecto. Nadie lo había necesitado nunca.

4
Un día cualquiera, Ksar de Ait Ben Haddou, Ouazazate, Marruecos. Septiembre 2012

La arquitectura popular reflejaba todas esas máscaras de la sociedad e imaginarios colectivos, generando un hábitat que de alguna manera transmitía un “tranquilo, estás en casa”. Pero ahora iba camino de ser una arquitecta… y en la universidad, eso nunca se estudia. Los planes de estudios universitarios son perversos, tendenciosos y, en España, completamente obsoletos. Obviando el tema, ya que da para horas de discusión, simplemente decidí que si la universidad no me lo daba, generaría mi propia universidad, repartiendo el tiempo en ambas y alargando mis años de estudiante buscavidas.

5
Calles del ensanche, Tetuán, Marruecos. Agosto 2011

La autodidáctica es clave. Los libros, la observación, las conversaciones. Pero también las experiencias personales: aprender de la vida misma, de tus límites, tus capacidades, y de las puertas que eres capaz de abrir. En ese sentido, el cambio de entorno es básico. Desde que sin darme cuenta tomara esa decisión, he cursado varias becas en el extranjero, en Venezia, Londres y Santiago de Chile  en concreto. Pero también me he instalado en el extranjero o simplemente lo he recorrido, sin estar atado a ninguna entidad. De alguna manera, con los años me he convertido en una adicta a la sensación de adaptación, y, por consiguiente y remitiéndome a Darwin, de supervivencia. Esa repetición de la supervivencia te acaba dando un regalo: la confianza.

6
Isla Suma Suyawi (Uros), Lago Titikaka, Perú. Julio 2013

Constantemente paseo por mi escuela y observo a mis compañeros: La mayoría de ellos son auténticas mentes desbordadas. Los estudios de arquitectura convierten a los alumnos en personas inquietas, inteligentes, siempre dispuestas a embarcarse en una nueva aventura cargadas de ilusión, que no esperan nada a cambio, porque nunca hay para ellos unas palabras que pongan en valor su esfuerzo. Dentro del pequeño ámbito de la escuela, el alumno acaba siendo en muchos casos un número, pero saliendo de ahí, otras personas sí valoran lo que haces.

7
Vista desde la playa, Larache, Marruecos. Julio 2011

Cuando eres extranjero, todas tus ideas son un contrapunto diferente e interesante. Cuando nadie te conoce, no tiene prejuicios hacia ti, no hay un colador que te clasifique en un lugar u otro: nadie conoce a tu familia, ni cuántos novios tuviste, ni tu nivel económico, ni a qué colegio fuiste. Exactamente lo mismo ocurre en la red: Se escucha la palabra, se desgranan las imágenes.

8
Atardecer de la vieja Dama, el Cairo, Egipto. Marzo 2009

Desde que llegara a mis manos una Nikon D70, tras perder a mi padre y tambalear mi pequeña pecera, he estado mirando el mundo a través de sus lentes, complementándolo con miles de palabras enredadas en libretas estropeadas, como una arqueóloga de arquitecturas desconocidas porque ningún arquitecto las hizo, porque ninguna escuela las enseñó.

9
Casa Quechua, Patacancha, Valle del Lares, Andes de Perú. Agosto 2013

Hace ahora casi dos años apliqué esa idea de ser “el desconocido” a la Comunicación; escribí un artículo sobre mi concepción de la importancia de las arquitecturas locales y populares para la arquitectura contemporánea, y lo envié a Archdaily. Cuando me concedieron el programa de movilidad para estudiar en Chile, comencé a trabajar allí, durante el periodo de tiempo que duraba mi estancia. Ahora he vuelto a España, y a mis 27 años me enfrento al PFC, pero sin abandonar ese particular mundo de análisis y transmisión de los pequeños descubrimientos que voy haciendo.

10
Calles y casas, La Paz, Bolivia. Julio 2013

Creo que el arquitecto jamás debe dejarse moldear por las doctrinas de la universidad, aunque necesite los conocimientos que se adquieren en ella. Veo belleza en todas las particularidades, posibles defectos, ingenuidades y sueños de los alumnos, y limar esos ángulos es truncar el camino que cada uno puede tener para responder, con total transparencia, a la pregunta:

¿Qué es para ti la arquitectura?

11
Cal, casa cueva en Moscolux, Almería. Abril 2007

Introduccion: Stepien y Barno / Texto: Ana Asensio Rodríguez / Fotografía de portada: Gracia Pozo Hernáiz / Fotografía (resto): Ana Asensio Rodríguez /Publicado originalmente en Stepien y Barno Blog 02 Dic 2013

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