Pedro Ramírez Vázquez / Vida y Obra
Pedro Ramírez Vázquez nació y murió el mismo día, un 16 de abril. De 1919 a 2013 creció y se forjó en México DF como uno de los arquitectos más representativos de la arquitectura mexicana. Su obra, plástica y exuberante, de líneas sencillas y ligeras de extrema elegancia, componen hoy un legado, perpetuado en las ciudades, en los estantes de las bibliotecas, y en el recuerdo de las personas.
Arquitecto como herramienta de cambio de la sociedad, y por tanto, de servicio a la misma, forma parte de esa generación de profesionales y artistas, a medio camino entre la ortodoxia de un movimiento moderno latinoamericano, y la libertad de la segunda generación moderna, ansiosa de la búsqueda de formas expresivas, alardes estructuralistas, e integración de las artes.
“Sigo diseñando, construyendo. Estoy vivo y activo”, dijo en una entrevista que le concedió a Excélsior hace dos años. Su nombre puede ahora eternizarse junto al de Eladio Dieste, Oscar Niemeyer, Lina Bo Bardi, Lucio Costa, Félix Candela y Emilio Duhart.
“Influido por la corriente que pretendía transformar la revolución armada en revolución social, se enfocó en la infraestructura que el país requería, dedicándose después a abastecer a la ciudad con las dotaciones culturales, deportivas y de planeación que exigía el desarrollo de la segunda mitad del siglo». [Alejandro Hernández y Fernanda Canales en 100×100, Arquitectos mexicanos del siglo XX]
«La atención a las necesidades sociales, tras la época de la Revolución, así como la filiación monumentalista que definió a la segunda modernidad, confluyeron en un personaje plural, capaz de reunir evocaciones precolombinas con técnicas industriales, circulaciones eficientes con celosías minuciosas y dimensiones ceremoniales con materiales precisos.” [@Arquine]
Ramírez Vázquez es y será uno de los grandes arquitectos del siglo XX, fundamental de la cultura nacional mexicana, del diseño de la ciudad y de la arquitectura al servicio de México. Un personaje “completo” y entregado, como lo describen sus colegas, sus jóvenes aprendices, sus amigos.
Su trayectoria de 94 años de vida y 70 de profesión, comenzó a orientarse cuando egresó de la Universidad Nacional Autónoma de México para estudiar arquitectura; universidad en la que además impartió cátedra como maestro. Fue presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos que se celebraron en la Ciudad de México en 1968, colaborando como diseñador de la imagen gráfica de los mismos. Fue presidente del Comité Olímpico Mexicano, ganador del Premio Nacional de Bellas Artes en 1973, Secretario de Asentamientos Humanos y Obras Públicas desde 1976 hasta 1982. Fue fundador y primer rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, doctor honoris causa por varias universidades mexicanas. Fue Premio a la Vida y Obra en 2003. Pero sobre todo, fue Arquitecto y Estratega: un gran Urbanista.
“Su capacidad para entender y resolver problemas de gran complejidad lo sitúa entre los más lúcidos y efectivos transformadores de las ciudades del pasado siglo. Como Le Corbusier o Albert Speer, Pedro Ramírez Vázquez (16 de abril 1919 – 16 de abril 2013) aunó diseño y poder sobre el tablero urbano con enroques magistrales”. […] Su visión metropolitana fue clave en la conformación de los grandes íconos de la capital mexicana, como son el Museo de Antropología, la Basílica de Guadalupe o el Estadio Azteca, dignos continuadores de una tradición enraizada en Tenochtitlán que expresa su esplendor y monumentalidad en los grandes contenedores de vacío como el Zócalo capitalino o el campus de Ciudad Universitaria. [@Arquine]
Su producción arquitectónica tiende a la experimentación, a la búsqueda de un lenguaje personal a través de raíces propias (el “yo” artista) y las formas útiles para la mayoría (el “nosotros” social, carácter público de su obra).
Encuentro mucha similitud en su obra con la arquitectura moderna brasileña, y esa persecución de “caracterización” de cada edificio haciendo uso del repertorio moderno tardío, expresando en su programa de usos los rasgos distintivos de su obra, siempre exuberante y sensible, valiéndose de la técnica estructural como medio de exteriorización de esas inquietudes.
Su obra también podría relacionarse con el expresionismo estructural europeo de los años 50–60, y arquitectos como Pier Luigi Nervi (Italia) o Eduardo Torroja (España), que se enfrentaron del mismo modo a una poética estructural, aunque de manera más experimental. A continuación, el gran elenco de sus creaciones, muchas de ellas en colaboración con otros profesionales, como los arquitectos Rafael Mijares (1924) y Jorge Campuzano (1931), con quienes trabajó gran parte de su vida:
Obra Nacional
- La Escuela Nacional de Medicina de la Ciudad Universitaria de la UNAM (Hoy Facultad de Medicina), Ciudad de México (1952).
- Sistema para construcción de la escuela rural. Se han construido miles de escuelas con este sistema en México y el extranjero. UNICEF adoptó este sistema constructivo.
- El Edificio de la Secretaría del Trabajo, Ciudad de México (1954).
- Mercados de La Lagunilla, Tepito, Coyoacán, Azcapotzalco, San Pedro de los Pinos y otros 10 mas. (1955-1957).
- Galería de Historia, Museo del Caracol, Ciudad de México (1960).
- El Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México (1964).
- El Museo de Arte Moderno, Ciudad de México (1964).
- La Torre de Tlatelolco, edificio del Centro Cultural Universitario Tlatelolco y su entorno en la Plaza de las Tres Culturas (Antes edificio de la Secretaría de Relaciones Exteriores), Ciudad de México (1965).
- El Estadio Azteca, Ciudad de México (1966).
- El Estadio Cuauhtémoc, Puebla (1967).
- El Logo de Televisa, Ciudad de México (1973)
- Embajada de Japón en México, Ciudad de México (1975).
- La Nueva Basílica de Santa María de Guadalupe (en colaboración con los Arqs. Gabriel Chávez de la Mora y José Luis Benllioure), Ciudad de México (1976)
- El Palacio Legislativo de San Lázaro (sede oficial de la Cámara de Diputados de México), Ciudad de México (1980).
- El Museo de los Presidentes Coahuilenses, Saltillo (2010).
- Centro Cultural Tijuana, Tijuana (1982).
- La Torre Axa (antes Torre Mexicana de Aviación), Ciudad de México (1984).
- Edificio Omega, Ciudad de México (1984).
- Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Tocumbo, Michoacán (1986)
- Museo del Templo Mayor,Ciudad de México] (1987)
- Museo Amparo,Puebla (1987)
- El Plan Maestro de las Unidades de la Universidad Autónoma Metropolitana
- La Unidad Habitacional El Rosario (en colaboración con el arquitecto Teodoro González de León), Ciudad de México
- Centro de Convenciones y Exposiciones, Mérida
- Auditorio Siglo XXI, Puebla
- Teatro de la Ciudad en Piedras Negras, Coahuila (2011)
- Centro Internacional de Convenciones de Chetumal, Quintana Roo (2008)
Obra Internacional
- Pabellón de México en la exposición mundial de Bruselas (1958).
- Pabellón de México en la exposición mundial de Seattle (1962)
- Pabellón de México en la exposición mundial de Nueva York. (1964)
- El Museo de las Culturas Negras en Dakar, Senegal (1971)
- Edificios gubernamentales para la nueva capital de Tanzania en Dodoma. (1975)
- Casa Presidencial en Costa Rica (1976)
- Monumento a Fray Antón de Montesinos, República Dominicana. (1982)
- Museo de Nubia, Egipto (1984).
- Oficinas del Comité Olímpico Internacional en Suiza (1986).
- Museo del Comité Olímpico Internacional en Lausana, Suiza (1988).
- La capilla de la Virgen de Guadalupe dentro de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del Vaticano (1989)
- Pabellón de México en la exposición mundial de Sevilla, España (1992).
Para terminar, sólo una cita, que es a la vez una gran enseñanza, básica, pero olvidada por muchos arquitectos en su día a día. “Trabajar con eficacia y con verdad. […] Nunca he pretendido hacer arquitectura de autor. Esta disciplina tiene que cumplir con una función de servicio para quien ocupará esos espacios”. Y así lo hizo. Desde aquí, un abrazo, maestro.
Texto: Ana Asensio Rodríguez / Fotografía: Arquine/ Escrito originalmente para Plataforma Arquitectura / Cita:Asensio, Ana. «Especial: Pedro Ramírez Vázquez / Vida y Obra» 29 May 2013