Top

Arte y Arquitectura: Habana en Mediterráneo / Agnes Fong

La ciudad caótica de semáforos y coches, o la ciudad pequeña con su desorden amable; la ciudad tuya, o la ajena; la ciudad de luz gris y coloridas casas, o luminosa de neutro blanco pintada. La ciudad es mezcla. De edades, de personas foráneas y autóctonas, de ideas, y formas de vivir. Pero finalmente la ciudad es una. Una sola. Las miradas sobre ella, ésas son las múltiples.

Mirar la ciudad en la que has nacido, y siempre has vivido. Mirar esa misma ciudad desde la lejanía y el recuerdo de las calles que ya no son tu cobijo. Mirar la ciudad nueva, la de los sueños alcanzados, la vida que recién comienza de nuevo. La ciudad a la que huyes. La ciudad de la que escapas. La que te abraza.

¿Cómo conocer a esa escurridiza dama? Misteriosa, tiene múltiples caras, cambia de máscara cada vez que la crees conocer, cada día que pasa, cada año que te atrapa. Cómo desentrañar sus transformaciones, sus rechazos, sus fracasos, sus nacimientos.

«Dibujar la ciudad, el entorno del hombre, una forma de entendimiento.
Escribir al hombre, una estrategia para dibujarlo». [Agnes Fong] 

Entre la poesía y el dibujo, la obra de Agnes Fong delinea las idas y venidas humanas, las diferentes personas reflejadas en esa miscelánea ciudad. Cada casa podría ser una persona (su vida, sus viajes, sus antepasados), y cada calle podría ser un destino emprendido, o una ruta a explorar.

Málaga, cuaderno de Viaje / Luís Ruíz Padrón

Es un hecho contrastado que pasear ayuda a que los procesos mentales se realicen con mayor agilidad y más eficazmente. Si además tienes la fortuna de hacerlo por la ciudad de Málaga y de gozar de la luz y el color de esta tierra, pronto notarás que esta experiencia empieza a adquirir una serie de complejos matices que te empujan irremediablemente a desear atesorar cada una de las imágenes que contemplas. Es por esto que no se me hace extraño descubrir con cierta frecuencia a grupos de turistas disparando a discreción con sus cámaras fotográficas todo aquello que encuentran a su paso.

Si este ágil y eficaz proceso mental (o pensamiento) se pone además al servicio de la comprensión de diversos aspectos relacionados con la morfología de la ciudad, los estratos históricos que se suceden y la materialidad; descubrimos pronto que, inconscientemente, estamos realizando una lectura más profunda de la realidad que nos encuentra a su paso. E inmediatamente, y casi de un modo instintivo, tratamos de registrarlo, completarlo con anotaciones y mirar, nuevamente, más allá de lo que otros ven a través de sus cámaras. Dicho registro tiende a realizarse en pequeños cuadernos de viaje, profusamente ilustrados y con múltiples anotaciones.

A veces, cuando paseas y estimulas tu mente, tienes la suerte de descubrir, además de aspectos aparentemente ocultos de tu ciudad, alguna que otra exposición que pone imágenes a miradas sobre tu realidad y recuerdos acerca de la ciudad que habitas. El pasado año pudimos encontrar en la sede del Ateneo de Málaga una exposición sobre estos registros visuales en forma de colección de diversos cuadernos de viaje del arquitecto y UrbanSketcher Luis Ruíz Padrón.

Literatura, Caligrafía y Arquitectura. Maridajes y adulterios

La palabra relata una cultura. En esa suma de vocablos y conceptos, perfectamente engranados en el lenguaje mediante la estructura de la gramática, subyacen siglos de evoluciones. Pero no sólo se trata de lo que podemos aprender de su evolución, sino de las pequeñas connotaciones que tiene cada palabra y la relación entre ellas: dobles significados, ambigüedades, rasgos, rechazos o aprobaciones, de una manera tan interiorizada que no podemos controlarla. Conceptos que sólo existen en ciertas culturas, mientras que en otras son ausencias. Sentimientos y necesidades de expresión implícitos en el lenguaje, observados a través de un análisis psicológico y sociológico, nos dicen más de ellas que cualquier análisis técnico o histórico del mismo.

La palabra es, sin duda alguna, un arte: un medio de expresión de una sociedad, no solo consciente, sino inconscientemente.  El medio de expresión más sincero que hay, y al tiempo, más manipulador, donde lo que no te representa, muere, y donde las nuevas necesidades, nacen. Lo que no se puede describir no existe, tal es su poder.

Pero las artes no se pueden analizar de forma aislada. Al igual que tras las diferentes maneras de relacionar la palabra se esconden rasgos culturales, el modo en que se relacionan las artes entre sí, es también narrador de una sociedad.

Arte y Arquitectura: La Casa-Cuerpo / Ángela Rodríguez de Sherpahead

Una casa tiene paredes y ventanas. Se entra por una puerta, y se pisa el suelo para ir de un sitio a otro. La casa tiene techo, y puede tener tejado. Si tiene varias plantas tiene escaleras. Si es grande, con suerte, tiene una puerta trasera, que lleva a un jardín. La casa se apoya en el suelo, y la chimenea a la vez mira al cielo. El hogar tiene cortinas alegres, que bordó la más vieja de las mujeres. Tiene también una madreselva, que en primavera florece de miel. Al volver al hogar, notas su olor, entre horno, serrín y jazmín. Al olerlo, recuerdas dónde estás, en la casa, la tuya, la que te hace ser de aquí.

La casa la construyeron los primeros hombres, porque necesitaban pararse a vivir. Ya no podían seguir viajando, siempre por ahí. Hicieron un gran fuego, que fue el hogar, y alrededor de él las cañas, las maderas, y las pesadas piedras empezaron a levantar los muros. Los muros anclaron sus pies en el suelo, y sus habitantes nunca más se quisieron ir.

La casa como calidez de la pertenencia, como las raíces del árbol más grande del jardín. La casa es remanso, es quietud. La casa es almacén y acumulación. La casa parece ser el lugar para la estabilidad, para vestirla de ti, y vivir para siempre ahí. ¿Se pueden mirar esos muros y ventanas como algo mucho más efímero, temporal e intercambiable? ¿Podremos vivir, y sobrevivir, lejos de la casa, del lugar, de la raíz? Siendo nómada, ¿quién es ese ente extraño que es el hogar?

Arte y Arquitectura: Decay / Matthias Haker

© Matthias Haker

Estas paredes hablan. Aquí vivió gente. Aquí rió, o lloró. Ahí hubo banquetes, bailes, besos, pesadillas y tristeza. Aquí hubo grandes historias y pequeños momentos, ahora cubiertos bajo el peso de la extinción, bajo las sombras de la decadencia.

Algo apocalíptico danza entre las hojas secas que se acumulan en la intersección de estos muros, en las sinuosas curvas de estas escaleras. Algo que asusta, y que al mismo tiempo, te atrae hacia su interior, hacia el escenario de un ocaso, hacia la agonía de la arquitectura.

No es una ruina. Nunca será ese cúmulo de piedras que lucen orgullosas en alguna plaza, rodeadas de turistas armados con sus cámaras. Desmoronamiento maquillado por las restauraciones, como cuando una anciana trata de mantenerse joven luchando contra el inexorable paso del tiempo.

Estos edificios no se visten de vanidad, sino que ocultan sus secretos entre las sombras. Pero en ese desamparo se esconde también una belleza intimista, descubierta por el fotógrafo alemán Matthias Haker, que tratará por encima de todo de perpetuar esa lenta decadencia, no sólo en la película fotográfica, sino manteniendo en silencio dónde yacen hasta su destrucción estas venus arquitectónicas.

Cultura Colectiva / Artículo «Ana Asensio: la poesía de la imagen»

La gran web latinoamericana Cultura Colectiva ha didicado un artículo al trabajo fotográfico realizado en los últimos años por Ana Asensio, fundadora de AAAA mafazine. Sin más, compartimos dicho artículo, cuyo original podéis visitar aquí. A continuación, el texto completo por Luz Espinosa de Cultura Colectiva:

El diseño arquitectónico es, como en la poesía, un juego de palabras que debe rimar, asombrar y “humanizar la naturaleza mecánica de los materiales”. Por eso, Frank Lloyd Wright afirmaba que un arquitecto “debe ser un gran poeta”, pero cuando a esta técnica se le suma la fotografía, esa capacidad de contar historias a través de imágenes, las narraciones visuales tienen el poder de crear la realidad de un mundo privado.

Fábricas, la escena del crimen / Manuel Marchant

 

“El patrimonio es una necesidad y es un discurso, es darle un orden a la memoria, es un acto de sentido. […] La memoria es también olvido, es ambas cosas, una combinación de recuerdo y olvido.

Es por eso que hay que hacer esta distinción entre memoria e historia y, por lo tanto, con la identidad, que es el correlato, porque siempre la selección de la memoria es una interpretación, un escoger”. [José Bengoa. Identidad, Memoria y Patrimonio.]

Arte y Arquitectura: Urban Exploration / Jared Lim

Todo cambia según el punto de vista con que se mire, suelen decir. Olvidan decir también que todo cambia con la escala a la que como ser humano estás obligado a observar. El universo visto desde algún punto exterior podría entenderse como un organismo vivo. Un hormiguero desde dentro, una metrópoli fantástica.

Educar un ojo observador con el que abstraerse de las reglas visuales establecidas genera mundos enteros ante nosotros, ocultos tras el velo de la costumbre y la pereza del mirar, buscando interpretar y expresar nuestro entorno de manera distinta.

Hoy en Arte y Arquitectura os traemos las ensoñaciones de Jared Lim, atrapadas con su cámara de loco enamorado de los patterns, fruto de la descontextualización, de la confusión de la escala, y de su personal punto de vista de la arquitectura de las grandes ciudades.