Arquitecturas en papel / El ojo, la piedra, la memoria
«Volver a la ciudad cuando parece viva
un aleteo sordo de ataúdes ordena el tiempo
volver a la ciudad cuando parece espera
solo es una mujer que duda
volver a la ciudad
a cuál
a dónde
desde
volver de noche
macerar la fiebre
nostalgia es la ciudad que no ha partido
volver a la ciudad donde no olvida idioma
aquél que le nombró primero y colgar
las palabras
la lengua
los zapatos entre el pecho y el brazo que despide
la muerte
volver y ser feliz
eso pensamos
como se vuelve a casa de familia
suelen los hijos pródigos guardar el ala entre las piernas
volver a la ciudad sin aureolas ni flores
solo la misma hambre
el mismo pan del primer día
volver
a la ciudad del poeta y leer al poeta en una puerta
donde adorna sus ojos nos mira pregunta y dice ser
esclavo de la utopía y el sueño
volver a la ciudad cuando es piedra la noche
camino de afilados dientes la atraviesa y escupe
volver y estar de pie ante ese rostro que no ha marchado
nunca
ni quejas ni amarguras le suponen
volver como se vuelve al egoísmo
al ombligo y la muerte
al adiós y la sangre
volver y estar cansados de estar vivos de mentir y colgarse de ese hierro
donde el óxido cuece y el cancerbero arropa
volver y estar desnudos
ser el ojo
la piedra
la memoria.»
Poema de Agnes Fong Lucero / Publicadas en Revista Cubaliteraria, artículo de Roberto Manzano