Arquitectura y educación. Parte I
Todavía recuerdo aquella primera clase de dibujo arquitectónico, cuando una profesora nos ordenó, como trabajo introductorio, dibujar un plano de nuestra casa en 10 minutos. «¡Un plano en 10 minutos!» Cara de perplejidad, cuanto menos.
Hasta ese momento, con mi mayoría de edad cumplida, sabía de una gran variedad de disciplinas y contaba con una inmensa cantidad de trabajos creativos a mis espaldas, en ocasiones frutos de mi imaginación, en ocasiones objetos que necesitaba. Pero, un plano… nunca me había parado a dibujar un plano. Y ahí estaba, bien cohibida por el hecho de que la primera vez que eso sucediera fuera a ser estudiando arquitectura.
Imposible olvidar la sensación de analfabetismo arquitectónico (que en su momento no supe identificar), que se repitió en la primera clase de proyectos, cuando, mientras el profesor explicaba el enunciado, en mi cerebro sólo escuchaba a mi pequeña ‘yo’ gritándome: “pero ¡¿qué es proyectar?!”.
No fue hasta que me trasladé a Finlandia a la Aalto University, y observé un cartel en el salón del Paja Building que decía “Mom, what’s architecture?” cuando me dije: «¡Ay, pobre de mí! Si tan sólo se me hubiera ocurrido preguntar!». Quizás si alguien, en 18 años de vida, me hubiera enseñado un plano; con suerte, hasta una sección, ¡o una maqueta!… Pero no tuve esa experiencia, quizás, por la ausencia de arquitectos en mi familia.
Ese pensamiento vive en mi interior desde entonces e, incluso hoy, que ya he terminado la carrera, sigo sin encontrar una única respuesta; ¿qué pensarán entonces quienes no hayan estudiado arquitectura?. ¿Has probado a preguntarle a la chica del supermercado? ¿o al ciego que vende cupones en Camino de Ronda? ¿y al hermano de tu amigo, ese que es DJ? Sería interesante analizar las respuestas que obtenemos.
Acercar la arquitectura al ámbito educativo es una preocupación que vuelve a rondar la cabeza de muchos arquitectos, con el principal objetivo de construir una sociedad con mayor capacidad crítica y de comprensión, lo que supone un cambio en la paradoja actual de la educación. Cambiar el sistema de “cajas”, en el que se distingue cada materia por separado, para pasar a un sistema de “visión transversal”, tal y como se practica en la arquitectura. Este sistema de “visión transversal” no es más que el explicar contenidos de varias disciplinas con la arquitectura como soporte.
Quizás sea todo un sueño el que queramos que las personas pasen de responder: “no sé qué es la arquitectura, pero un arquitecto es el que construye casas”, a que lleguen a responder: “la arquitectura es esa forma tan especial de hacer las cosas…”
Texto: Ana Mombiedro / Fotografía: Ana Mombiedro / Escrito originalmente para AAAA Magazine / Fecha 28 abr 2015