La arquitectura debe morir
Hemos dejado de lado la oportunidad de morir. Tememos cerrar los ojos y no poder volver abrirlos jamás. Tememos al sueño eterno. A perderlo todo. Olvidar las relaciones personales. Dejar atrás nuestras pertenencias y dejar atrás todo lo que algún día creímos nuestro.
Hay ocasiones en que me siento muy cercano a la muerte, ocasiones en las que me gustaría morir: Cerrar los ojos, cansados de tanta mentira. ¿Pero es la muerte algo necesariamente negativo? Morir, desde otra perspectiva, debería ser visto como una oportunidad única.