Cine / Arquitectura claustrofóbica
“Los muros de piedra no hacen una prisión, ni los barrotes de hierro una jaula; para los espíritus inocentes y serenos eso no es sino un lugar solitario.” (Richard Lovelace)
En las películas como en la vida real, los espacios donde se realizan distintas tareas adquieren diferentes niveles de trascendencia, definen naturalmente el tipo de actividades y en algunos casos las condicionan y/o limitan. La arquitectura y el paisaje en el cine pueden simplemente contextualizar la escena u obtener un papel protagónico e influir sensiblemente en el estado físico y sobretodo mental de los protagonistas. Estas locaciones seleccionadas por los artistas provocan diferentes sensaciones como ser: agobio, angustia y locura; una suerte de arquitectura “claustrofóbica” que adquiere distintas connotaciones.