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Arte y arquitectura: Historietas / Gonzalo Martínez

Los hilos que enganchan a la arquitectura del cómic, y al cómic de la arquitectura, son muchos. Se enredan y hacen una maraña de múltiples colores y puntos de vista. Desde ofrecer la posibilidad de edificar construcciones fantásticas, hasta revisar la memoria de ciudades, paisajes, pueblos, a través de su reconstrucción en el papel. Estos lazos son muy similares a los que conectan el cine con la arquitectura, los videojuegos con la arquitectura, y, en general, cualquier levantamiento escenográfico como arte con la disciplina que nos ocupa.

A veces estas conexiones; construcciones de futuros ficticios, presentes paralelos y pasados imaginados, o de futuros proyectados, presentes críticos y pasados revisados; se hacen mucho más patentes, aunque no menos complejas. A veces, los cómics se llevan al cine, los pintores hacen arquitectura, o los arquitectos dibujan historietas.

Gonzalo Martínez es uno de esos ejemplos, una de esas misceláneas bien enfocada: «arquitecto nacido en Santiago de Chile en 1961, con un oscuro y mediocre pasado como músico de jazz; dibujante y guionista que se incorpora con sus lápices, desde los años ’80 al mundo del cómic». A continuación, la entrevista que le hemos realizado desde AAAA, así como su biografía y trayectoria completa:

Somos muchos, sí

Compartimos en AAAA el texto escrito para la Fundación Arquia. Accede a la publicación original aquí:

Somos muchos, sí.

Sólo en España hay (censados) 47.098 arquitectos. A ellos hay que sumarle a todos los que se han formado en nuestra tierra y ahora exploran tierras desconocidas. Haciendo números gordos, podemos resumir en que somos más de 50.000 arquitectos españoles. Esta cifra, vista desde una óptica positiva y no alarmista, puede tener lecturas interesantes, casi revolucionarias.

Cuando una profesión alcanza unos números tales debe saber dos cosas: que tiene que estar muy bien organizada, y que suyas son las decisiones sobre la profesión. ¿Se organizan bien los arquitectos en España? Y, mirando más allá de nuestras pequeñas fronteras… ¿hay una organización internacional eficaz, práctica y oficial?

Retomemos esta reflexión por donde comenzó: las cifras. Hablamos siempre de arquitectos; los que ejercen, los que no, y los que están por ejercer (estudiantes). A estos últimos se les mira desde la posterioridad, “en el futuro serán arquitectos”. Pero somos arquitectos desde que ponemos el primer pie en la escuela. Somos arquitectos sin todos los conocimientos, capacidades y competencias para ejercer. Pero igual de creativos, de activos, de propositivos. De hecho, ocupamos todos esos intersticios que deja la falta de “título habilitante”.

Arte y arquitectura : Narrativa gráfica de arquitectura /Adrián García de 'AXXI'

Hay veces que uno tiene la suerte de haber conocido a alguien desde niño. De esa manera, sólo de esa, puedes mirar su esencia, la más arraigada, la más pura, esa que con el paso del tiempo no desaparece, aunque la sucesión de los años te lleve por caminos diferentes.

Hay personas que desde niñas han tenido una manera muy propia de mirar el mundo, de sobrevivir a él, de gritarlo y expresarlo. Esos gritos a veces vienen dados por un lápiz. Esas miradas a veces son la arquitectura.

Adrián M. García era mi compañero de colegio, cuando éramos tan pequeños que ni siquiera recuerdo la edad. Pero lo recuerdo agarrado a un lápiz y un papel, como un náufrago se agarraría a una hoja que guarda agua de lluvia. Yo también dibujaba, por el simple placer de mover la mano y ver los colores y las líneas enredándose en laberintos que se generaban sensualmente, segundo tras segundo, milímetro tras milímetro. Dibujaba sin pensar, mientras miraba los dibujos de Adrián, el niño que ‘también se distraía en el papel’. Él, sus dibujos, eran otra cosa. Él creaba mundos. Narraba historias.

La fortaleza

[caption id="attachment_2495" align="alignnone" width="560"] © Ana Asensio[/caption]   A veces, cuando en tu lejanía crujen las murallas y se abren fisuras en los adarves, y en mi castillo ambulante cae la guardia en un sueño inevitable, a veces, cada tres lunas, nos desnudamos al paisaje. Sin nada. Sin nadie. Para poder tocar la punta de los dedos, y construir en una palabra, un cifrado mensaje, un jardín interminable.   [caption id="attachment_2494" align="alignnone" width="560"] © Ana Asensio[/caption]   Texto: Ana Asensio Rodríguez / Fotografía: Ana Asensio Rodríguez / Fecha: 17 jul 2015...

[caption id="attachment_2495" ...

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Arte y Arquitectura: Habana en Mediterráneo / Agnes Fong

La ciudad caótica de semáforos y coches, o la ciudad pequeña con su desorden amable; la ciudad tuya, o la ajena; la ciudad de luz gris y coloridas casas, o luminosa de neutro blanco pintada. La ciudad es mezcla. De edades, de personas foráneas y autóctonas, de ideas, y formas de vivir. Pero finalmente la ciudad es una. Una sola. Las miradas sobre ella, ésas son las múltiples.

Mirar la ciudad en la que has nacido, y siempre has vivido. Mirar esa misma ciudad desde la lejanía y el recuerdo de las calles que ya no son tu cobijo. Mirar la ciudad nueva, la de los sueños alcanzados, la vida que recién comienza de nuevo. La ciudad a la que huyes. La ciudad de la que escapas. La que te abraza.

¿Cómo conocer a esa escurridiza dama? Misteriosa, tiene múltiples caras, cambia de máscara cada vez que la crees conocer, cada día que pasa, cada año que te atrapa. Cómo desentrañar sus transformaciones, sus rechazos, sus fracasos, sus nacimientos.

«Dibujar la ciudad, el entorno del hombre, una forma de entendimiento.
Escribir al hombre, una estrategia para dibujarlo». [Agnes Fong] 

Entre la poesía y el dibujo, la obra de Agnes Fong delinea las idas y venidas humanas, las diferentes personas reflejadas en esa miscelánea ciudad. Cada casa podría ser una persona (su vida, sus viajes, sus antepasados), y cada calle podría ser un destino emprendido, o una ruta a explorar.

Literatura, Caligrafía y Arquitectura. Maridajes y adulterios

La palabra relata una cultura. En esa suma de vocablos y conceptos, perfectamente engranados en el lenguaje mediante la estructura de la gramática, subyacen siglos de evoluciones. Pero no sólo se trata de lo que podemos aprender de su evolución, sino de las pequeñas connotaciones que tiene cada palabra y la relación entre ellas: dobles significados, ambigüedades, rasgos, rechazos o aprobaciones, de una manera tan interiorizada que no podemos controlarla. Conceptos que sólo existen en ciertas culturas, mientras que en otras son ausencias. Sentimientos y necesidades de expresión implícitos en el lenguaje, observados a través de un análisis psicológico y sociológico, nos dicen más de ellas que cualquier análisis técnico o histórico del mismo.

La palabra es, sin duda alguna, un arte: un medio de expresión de una sociedad, no solo consciente, sino inconscientemente.  El medio de expresión más sincero que hay, y al tiempo, más manipulador, donde lo que no te representa, muere, y donde las nuevas necesidades, nacen. Lo que no se puede describir no existe, tal es su poder.

Pero las artes no se pueden analizar de forma aislada. Al igual que tras las diferentes maneras de relacionar la palabra se esconden rasgos culturales, el modo en que se relacionan las artes entre sí, es también narrador de una sociedad.

Arquitecturas en papel / Palacios en las llanuras, casas en las montañas

Sura 7. Al-A‘raf (Los Lugares Elevados) 74. Recordad cuando os hizo sucesores, después de los aditas, y os estableció en la tierra. Edificasteis palacios en las llanuras y excavasteis casas en las montañas. Sura 16. An-Nahl (Las Abejas) 68. Tu Señor ha inspirado a las abejas: «Estableced habitación en las montañas, en los árboles y en las construcciones humanas.[...

Sura 7. Al-A‘raf (Los Lugares ...

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Arquitecturas en papel / El palacio de piedra

"Luego se dirigió hacia el otro palacio que estaba a cuatro parasangas, y vio a su alrededor huellas de huertos y jardines. El palacio era de piedra y caliza, y hasta él llegaba el agua del mar. Sobre una de las puertas había una gran piedra, con la siguiente insccripción: 'Vivimos en este palacio largamente; no tuvimos cuidado, sino placeres y orgías. Teníamos un gran rebaño de cien camellos, que apacentaban en los pastizales nuestros jóvenes nobles. Habitamos este palacio siete épocas, con vida tan feliz que supera cualquier descripción.  Vinieron luego años de sequía, uno tras otro, y no quedó ni una pezuña'." Texto: "Atar Al-Bilad" de Al-Qazwini / Fecha 19 ene 2015 / ...

"Luego se dirigió hacia el otr...

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Adiós Cusco

Compartimos el texto «Adios Cusco», colaboración de AAAA magazine para la revista de reflexiones de viaje Derivasia. Puedes acceder a la publicación original aquí, o continuar leyendo:

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Adiós Cusco. Y esta vez no es un ‘hasta luego’. Marcho en un autobús, mirando por la ventana los campos arados con ese marrón cremoso de los paisajes de labranza del Perú, brillantes por las briznas que se escaparon de sus pacas.