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Otra ciudad imposible para el pequeño futuro arquitecto

Dibujos de Ana Asensio para un pequeño futuro arquitecto, de ocho añitos

Dibujo de Ana Asensio para un pequeño futuro arquitecto, de ocho añitos

Eduardo Cueto: No sé por qué me recuerda a la Brazil de Terry Gilliam.

Ana Asensio: Si, tú crees? Brazil no era neoclásica? El caso que como es súper totalitaria, la idea de la verticalidad la explotan bastante, igual es por eso.

Eduardo Cueto: Sí, la parte del mundo «real» era bastante neoclásico, y cuanto más cerca del suelo, más aún. Pero la estética general, sobre todo cuando entraba en el sueño, sí que juega mucho con lo vertical y esos espacios que (y a lo mejor me la estoy jugando mucho) quedan abajo, más oscuros, casi de distopía.

Ana Asensio: Te la estás jugando muy bien :). En general, es curioso, pero todas las ciudades de un presente paralelo en la ficción, repiten bastante esos recursos. Es curioso como se asocian conceptos simples como lo vertical & horizontal, arriba & abajo, luz & oscuridad, con diferentes facetas de la sociedad.

Eduardo Cueto: Supongo que estarás pensando en Blade Runner, que tiene un diseño de ambiente espectacular, y ya de paso te recomiendo que le eches un ojo a la arquitectura de Rapture, del juego Bioshock, que puede parecer muy art decó americano así de primeras, pero luego tiene una vuelta más.

Ana Asensio: Edu, te encantaría hablar con Manuel Saga, Pedacicos Arquitectónicos y Manu Barba; ellos sí que son unos auténticos frikis (en el mejor sentido de la palabra) y súper expertos en escenografías de pelis y videojuegos. De hecho, en la página de Pedacicos Arquitectónicos hay una sección dedicada a ello, seguro que te daría mucho juego!. [Arquitectura y Cine, Arquitectura y Videojuegos, Arquitectura y Manga]

Otro ejemplo podría ser El Quinto Elemento, o incluso Akira. En ambas el suelo es un lugar peligroso, oscuro, lleno de polvo y basura, al que no debes ir. En general es una idea que se repite bastante en la ciencia ficción. El futuro totalitario, también. Es quizás un poco la escenografía que le pondría a 1984 mientras leo.

Ciudad de círculos y líneas / Londres

© Ana Asensio

© Ana Asensio

La ciudad habla, y nos regala un telón de fondo en cada fachada. El espacio se pliega, se ensancha y gira, ahí afuera. La vida que se desarrolla extramuros de las edificaciones, esconde tras los ladrillos y enredaderas su mitad oculta.

Todas las ciudades albergan mundos diferentes, mallas superpuestas que producen una escenografía múltiple, que no siempre veremos. La ciudad de los gatos, arriba, en los tejados; la rápida calzada de los coches; los sótanos clandestinos. Nuestra estructura mental de la ciudad, de cómo dialogamos con ella, viene generada por los recorridos que en ella podemos permitirnos, y por la escena que en ellos nos envuelve.

Los vericuetos de la profesión del arquitecto: el cine

Pertenecemos a una disciplina llamada arquitectura. De aquí se deduce, que nuestra profesión será la de hacer arquitectura, que se aprende en las escuelas de arquitectura. En ellas, la columna vertebral es una materia llamada “proyectos” en España, “taller” en Chile, “composizione” en Italia, y así sucesivamente.

Esa línea ósea es fuerte, y sólo un poco flexible, únicamente te permite curvarla hacia una dirección u otra. Pero no te permite ramificar, como otras estructuras, las vegetales por ejemplo. En Proyectos-Taller-Etc no sólo existe una ideología sobre una arquitectura generalmente aceptada, sino que tiene tanta influencia sobre el resto de los estudios que muchos nuevos profesionales salen rebotando de las universidades pensando que si no construyen edificios (y más retorcido aún, sus propios diseños, como artista edificador que se es), son prácticamente unos fracasados.

Este fenómeno de auto-martirio respecto a la frustración profesional sucede a lo largo y ancho de este mundo. En el caso de los arquitectos españoles, dramáticamente agravado por la crisis.