Es un hecho contrastado que pasear ayuda a que los procesos mentales se realicen con mayor agilidad y más eficazmente. Si además tienes la fortuna de hacerlo por la ciudad de Málaga y de gozar de la luz y el color de esta tierra, pronto notarás que esta experiencia empieza a adquirir una serie de complejos matices que te empujan irremediablemente a desear atesorar cada una de las imágenes que contemplas. Es por esto que no se me hace extraño descubrir con cierta frecuencia a grupos de turistas disparando a discreción con sus cámaras fotográficas todo aquello que encuentran a su paso.

Si este ágil y eficaz proceso mental (o pensamiento) se pone además al servicio de la comprensión de diversos aspectos relacionados con la morfología de la ciudad, los estratos históricos que se suceden y la materialidad; descubrimos pronto que, inconscientemente, estamos realizando una lectura más profunda de la realidad que nos encuentra a su paso. E inmediatamente, y casi de un modo instintivo, tratamos de registrarlo, completarlo con anotaciones y mirar, nuevamente, más allá de lo que otros ven a través de sus cámaras. Dicho registro tiende a realizarse en pequeños cuadernos de viaje, profusamente ilustrados y con múltiples anotaciones.

A veces, cuando paseas y estimulas tu mente, tienes la suerte de descubrir, además de aspectos aparentemente ocultos de tu ciudad, alguna que otra exposición que pone imágenes a miradas sobre tu realidad y recuerdos acerca de la ciudad que habitas. El pasado año pudimos encontrar en la sede del Ateneo de Málaga una exposición sobre estos registros visuales en forma de colección de diversos cuadernos de viaje del arquitecto y UrbanSketcher Luis Ruíz Padrón.

El encaje de los dibujos expuestos estaba muy cuidado, así como la elección del color y el uso de rotuladores calibrados de distintos espesores. En sus cuadernos se aprovechaba cualquier rincón para contextualizar con pequeñas anotaciones aspectos históricos o urbanos (referidos a l actividad que se desarrollaba en las distintas escenas) y se realizaban perspectivas de la ciudad en formatos expandidos desplegables que saltaban del interior de los mismos. Un dibujo proporcionado, personal (especialmente en el trazo y los personajes que animaban sus escenas), muy suelto y expresivo.

Aquellos dibujos daban una muy buena idea de cómo el autor lee la ciudad de un modo ameno, divertido y que conecta eficazmente con público de todas las edades y procedencias. También podíamos deducir, mirando con perspectiva, la visión acerca de la capacidad analítica de quienes desarrollan su labor como arquitectos, amén de las diversas opciones de diversificación del oficio que se nos pudiesen ocurrir al ver un trabajo tan elaborado y concienzudo [Sketch+Turismo (rutas organizadas, viajes, localizaciones concreta, puesta en común en ferias, etc.) o Sketch+Aprendizaje (talleres según edades, actividades didácticas desde institutos y colegios en coordinación con asociaciones y museos, etc.)].

Ha pasado un año hasta que he podido reencontrarme con aquellos dibujos. Fue en la pasada feria del libro, allí pude adquirir una publicación llamada “Málaga, cuadernos de viaje”, donde el autor publicaba alguno de sus mejores croquis de la ciudad.

Pude conocer personalmente a Luis, que estaba aquella mañana firmando algunos ejemplares y tuvimos entonces ocasión de intercambiar impresiones acerca de los trabajos realizados, así como de la cuidada edición del libro a cargo de Loving Book, quienes han impreso todos sus dibujos en un papel con un gramaje y textura similar al de los cuadernos de los que se servía el autor para sus originales y han incluido además formatos desplegables (tales y como los que usa Luis) entre sus páginas.

Al conocer que también dibujo (aunque menos de lo que desease), me animó a seguir al colectivo UrbanSketcher, que desarrolla su actividad tanto en Málaga como en otras ciudades. Siempre es, para todos aquellos que apreciamos el valor del dibujo como herramienta, una experiencia enriquecedora el dejarnos influir y compartir nuestros interesen derivas por nuestras ciudades, en las que se registran de un modo personal aquello que capta nuestra mirada. Luis nos ha prestado la suya en esta ocasión y lo ha plasmado en una muy recomendable publicación.

Toca pues seguir paseando, registrando, atesorando todas aquellas escenas que nos conmovieron de un modo u otro y no perder nunca la capacidad de sorprendernos, esa que tanto ejercitamos mientras dibujamos y observamos cada uno de los, aparentemente, invisibles detalles que matizan nuestra realidad.

Ficha: Libro de Luis Ruiz Padrón, Ed. Loving Books 1ª ed., 1ª imp.(19/11/2014), 80 páginas / ISBN: 8494067230 ISBN-13: 9788494067235

El libro está disponible en las principales librerías de Málaga, entre ellas: Mapas y Compañía – Proteo / Prometeo – Rayuela – Casa del Libro – Luces – Fnac – Libritos – Agapea – Museo Picasso Málaga – Museo Carmen Thyssen También está disponible en El Corte Inglés y en amazon.es

Texto: Manuel Ramos / Ilustraciones: Luis Ruíz Padrón / Escrito originalmente para AAAA magazine / Cita: Manuel Ramos, “Málaga, cuaderno de Viaje / Luís Ruíz Padrón” / Fecha 22 may 2015 /