Antes de la llegada de las cámaras, el ojo y el lápiz eran quienes se encargaban del registro. Incluso hoy, con cámaras accesibles para todos, el croquis sigue estando presente en nuestras bitácoras. Aquí intentamos saber por qué.

Estamos inmersos en una realidad común que da forma a las cosas. Es así como inconscientemente atribuimos una objetividad al ojo que no es tal, pues a pesar de que estamos viendo lo mismo, nuestra percepción es subjetiva y nos hace detenernos en diferentes cosas. Una buena manera de comprobarlo es preguntarle a dos personas como recuerdan un mismo lugar, seguro ambos relatos van a tener tantas similitudes como diferencias.

El croquis se basa en esta relatividad. Es una herramienta que tiene como origen plasmar la subjetividad del ojo que está viendo. Su objetivo está en contraponerse a esa mirada imparcial de las cosas, y por el contrario, celebrar las diferencias de percepción entre una mirada y la otra.

Un buen ejemplo es contraponer dos croquis de un mismo espacio y ver sus diferencias. Pero antes de hacerlo, partamos con una fotografía la cual representaría la mirada más universal y objetiva.

Esta fotografía plasma el espacio terraza de la Ville Savoye de Le Corbusier, luego aparecen dos croquis que tienen una posición casi igual a la que retrata la fotografía. A pesar de que ambos son casi idénticos en su enfoque, expresan muchas diferencias entre si, siendo incluso un tanto antagónicos en lo que cada uno de ellos comunica.

Poissy, Villa Savoye, Le Corbusier

El primero muestra a Ville Savoye más de acuerdo a la imagen que todos tenemos de ella, como una pieza de museo, de cantos limpios, ordenada, lisa y geométrica. El segundo entrega una lectura del espacio con un trazo más expresivo que privilegia la profundidad y los contrastes. Aparecen sombras, vegetación y sobretodo el detalle del espacio interior.

Estas diferencias de dos registros de un mismo lugar demuestran las subjetividades que cada individuo tiene al momento de percibir el espacio.

Entonces, para que un croquis sea intencionado y capaz de comunicar eficazmente una idea, es importante considerar los siguientes puntos:

Intuición (si no sabe, déjese llevar)

Muchas veces llegamos a un lugar y al momento de sacar el lápiz todavía no hemos sido capaces de sintetizar y saber de manera racional lo que queremos plasmar. Cuando esto pasa, es importante no frenar el trazo e intentar ser más intuitivo posible. Esto aumenta las posibilidades que posteriormente, al revisar el croquis, logremos extraer alguna idea.

Cito este croquis de Alvaro Siza, de quien se puede deducir por sus trazos rápidos y lineas cortadas que no hizo un croquis pensando en algo puntual y más bien se enfocó en captar un momento. Su trazo rápido comprueba su intuitividad y su falta de jerarquía y definición al expresar algo puntal, delatan por otra parte que no había algo premeditado para representar.

Síntesis (enfóquese en lo relevante)

Picasso lo expresó en 1945 con su secuencia de el Toro. No necesitamos dibujar el toro completo para dar a entender que se trata de un toro. Por lo tanto, si existe una idea clara de lo que queremos representar va a ser importante usar el recurso gráfico a favor para resaltarlo y eso no es agregar más líneas. Quitar la información que ensucian en función de plasmar aquella relevante siempre va a ser de ayuda para un registro que está persiguiendo expresar una idea.

Jerarquía (destaque lo más importante)

Es hermano de la síntesis, y tiene como objetivo que dentro del cuadro general que estamos retratando la vista se cargue hacia lo más importante. Por lo mismo, si queremos un croquis intencionado en algo específico, debemos ser capaces de poner en valor lo importante en desmedro de lo accesorio. Maneras hay muchas, ya sea por el grado de detalle, el color o la intensidad de línea.

Chrysler Building, Ivan Cartes

Abstracción (no le tenga miedo a dibujar lo que no existe)

Ya lo dijimos, el croquis no es una representación fiel de la realidad. En ese sentido, existen una serie de factores invisibles que pueden insidir en un espacio y que no está de más plasmarlos en caso de ser necesarios. El viento, los rayos de luz, el movimiento o transparentar ciertos planos opacos para mostrar lo que está del otro lado son recursos abstractos de tremenda utilidad para comunicar una idea.

Skylines sobre una servilleta

Otro ejemplo, razón por la cual muestro el croquis de la mujer de Niemayer, es el traer analogías que nos permitan entender mejor una situación. Hay que perderle el miedo a expresar un lugar o espacio de una manera más conceptual o esquemática.

Oscar Niemeyer, poema de la mujer

Postproducción

El croquis es un elemento de utilidad para nosotros. Es nuestra síntesis de ideas y nosotros lo vamos a entender mejor que nadie. Pero, ¿qué pasa cuando queremos comunicar estas ideas al resto?. Es ahí cuando la postproducción del croquis toma valor, cuando queremos que estas ideas tan propias y subjetivas puedan ser comprendidas por todos.

Para eso es importante hacer un trabajo donde el croquis es ahora trabajado en función de su presentación, claridad, definición, etc, pero siempre con la intención de agregar valor a las ideas que le dieron origen.

Texto: Giuliano Pastorelli / Fotografía:  Notas al pie de foto / Escrito originalmente para Medium / Cita: Giuliano Pastorelli, “El croquis: ¿Cuál es el sentido del croquis y qué debemos tener en consideración al momento de hacer uno?” / Fecha 19 abr 2014 / Links de interés: Todos los artículos de Giuliano Pastorelli en Medium / Todos los artículos de Giuliano Pastorelli en The AAAA Magazine